EL SEÑOR DOBLETAZO DE BURNING HEADS Y DE LAS RUBIAS

 

Desde que anunciaron la mini gira estatal de los veteranos Burning Heads, tanto Mamen como yo, nos emocionamos un montón.

Independientemente de la trayectoria, que no es corta precisamente, y las tablas en el escenario; sabíamos de sobra que nos íbamos a encontrar con un directazo de los pies a la cabeza. Pero, en mi caso al menos, superaron aún las expectativas que llevaba de casa.

La primera parada en la que las rubias estaríamos presentes era un Martes, 7 de Marzo, en Orbeko Etxea. Fecha sacada de la manga totalmente y a última hora como allí nos hicieron saber; ya que se trataba de su día de descanso, pero por años de amistad y hermanamiento con la peña de allí, es imposible decir que no. Eso dice mucho de las dos partes.

La verdad es que el cartel acompañaba bastante:

Unos Build Me A Bomb que últimamente podemos ver presentes en un montón de eventos y que agradecemos enormemente. Cortos pero intensos; sonido potente de principio a fin. Caldean el ambiente aunque tengan que ser ellos los que abran fuego, asegurando que los allí presentes nos vayamos animando según avanza el show.

A día de hoy y, en su corta trayectoria, una apuesta segura.

Continuaban Erruki Jauna; primera vez que tenía el gusto de poder verlos en directo. Aunque el registro y la melodía cambiaban radicalmente con respecto a lo anterior, no me parece que desentonara para nada la mezcla de estos dos grupos antes del plato principal.

Hardcore y punk de la vieja escuela, jugando en casa. La verdad es que la atmósfera que se había creado minutos antes de que les tocara subir a Burning Heads era inmejorable.

Todo el público estábamos con un ánimo, diversión y ganas impresionantes de que viniera "lo gordo". Y así fue, nada más subirse los franceses, la burbuja explotó del todo.

Quizá hago demasiada referencia al lugar y público asistente (habiéndose acercado peña de todos sitios, incluso de Cantabria), pero es que haber liado una de ésas un Martes, "lejos" de la civilización y con esas ganas... personalmente, ha sido de los bolos más completos en todos los sentidos desde hacía mucho tiempo.

De Burning Heads poco hay que añadir si ya los habéis visto en directo alguna vez: actuación impecable, temazo tras temazo, fiesta y diversión asegurada, empatía e interactuación con el público, agradecidos hasta no poder más simplemente por estar allí (tanto hacia nosotros como por ellos mismos). 

Yo salí de allí como si me hubiera pasado un camión de energía y felicidad por encima. Los 20 minutos del viaje de vuelta a casa repitiendo una y otra vez: "vaya bolazo"; y buscando la opción de poder volver a repetir dos días después en Oviedo de la forma que fuera. 

Al final,  los astros no se alinearon para mí pero Mamen pudo estar presente y por ello le paso el testigo para contaros la segunda parte 😉

Jueves por fin. Después de lo que me contó Isa sobre el martes, más ganas tenía aún del bolo que nos esperaba esa noche.  Deseando terminar todo lo que tenía que hacer para tirar para Oviedo, ya estaba hasta nerviosa. Además, sin desmerecer a las bandas que acompañaron a Burning Heads en Laudio, aquí teníamos un plus: tocaban con ellos Servet, buenos amigos y mejores músicos a los que no escuchábamos en directo desde nuestra fiesta privada en octubre. No podíamos pedir más. Bueno, en realidad sí, porque eché de menos a Isa haciendo doblete en este y a varias amigas más que por distintas razones no pudieron venir.

Casi puntual comenzaron Servet con sus temazos. Llevo alguno de sus discos en el coche y casi me los sé de memoria, así que me tocaba disfrutar el momento al máximo. Algún single conocido, algún tema nuevo con el que nos deleitaban por primera vez y alguna versión para terminar (creo que ya es casi un clásico que terminen con Dag Nasty). Un bolazo en toda regla, Servet ya nos han demostrado muchas veces que son un grupazo en todos los sentidos  y, aunque dejaron el listón muy alto, la que se avecinaba aún era enorme.

Llegaron por fin los ya míticos Burning Heads. Y cómo llegaron. Los franceses lo dieron todo en un bolazo en el que no faltaron canciones ni simpatía. Nada más y nada menos que 20 temazos que nos hicieron disfrutar, saltar, bailar y recordar viejos tiempos. O nuevos tiempos. Como leí el otro día por ahí, “mis tiempos son estos todavía, hasta que me muera”. Los franceses, en sala pequeña, consiguieron  que una repleta  Lata de Zinc sonara a punk rock, a skate, a recuerdos y a diversión. Y encima son majísimos. No podemos pedir más. Bueno, sí, yo pediría que vinieran más veces. Nos habéis  encandilado para siempre.

@niunpeloderubias

 

Since they announced the mini state tour of the veterans Burning Heads, both Mamen and I, we were very excited.

Regardless of the trajectory, which is not exactly short, and their stage presence; we knew we were going to find a great live show from head to toe. But, in my case at least, they exceeded the expectations I had brought from home.

The first stop where the blondes would be present was a Tuesday, March 7th, at Orbeko Etxea. Date taken out of the sleeve totally and at the last minute as they let us know there; since it was their day off, but for years of friendship and twinning with the group of there, it is impossible to say no. That says a lot about both parties.

The truth is that the line-up was quite good:

Some Build Me A Bomb that lately we can see present in a lot of events and that we greatly appreciate. Short but intense; powerful sound from beginning to end. They heat up the atmosphere even if they have to be the ones who open fire, ensuring that those present there we go cheering as the show progresses.

Nowadays and, in their short trajectory, a safe bet.

Erruki Jauna continued; first time I had the pleasure of seeing them live. Although the register and the melody changed radically with respect to the previous one, it does not seem to me that the mixture of these two groups before the main course did not seem to me to be out of place at all.

Old school hardcore and punk, playing at home. The truth is that the atmosphere that had been created minutes before it was their turn to go up to Burning Heads was unbeatable.

The whole audience was in high spirits, having fun and looking forward to "the big one". And so it was, as soon as the French came on, the bubble burst.

Maybe I make too much reference to the place and the audience (people from everywhere, even from Cantabria), but having one of those on a Tuesday, "far away" from civilization and with that desire... personally, it has been one of the most complete gigs in every way for a long time.

There is little to add about Burning Heads if you have seen them live before: impeccable performance, great song after great song, party and fun guaranteed, empathy and interaction with the audience, grateful to no end just for being there (both for us and for themselves). 

I left there as if a truck of energy and happiness had passed over me. The 20 minutes of the trip back home repeating over and over again: "what a great gig"; and looking for the option of being able to repeat two days later in Oviedo in any way I could. 

In the end, the stars didn't align for me but Mamen was able to be there and so I pass the baton to tell you the second part 😉.

Thursday at last. After what Isa told me about Tuesday, I was even more looking forward to the gig that awaited us that night.  I was so anxious to finish everything I had to do to go to Oviedo, I was even nervous. Besides, without detracting from the bands that accompanied Burning Heads in Laudio, here we had a plus: Servet were playing with them, good friends and better musicians that we had not heard live since our private party in October. We couldn't ask for more. Well, actually yes, because I missed Isa doing double in this one and several other friends who for various reasons could not come.

Servet started almost punctually with their great songs. I carry some of their albums in the car and I almost know them by heart, so I had to enjoy the moment to the fullest. Some known single, some new song with which they delighted us for the first time and some cover to finish (I think it is almost a classic that they finish with Dag Nasty). Servet have already shown us many times that they are a great band in all senses and, although they left the bar very high, the one that was coming was still huge.

The already mythical Burning Heads finally arrived. And how they arrived. The French gave it all in a great gig in which there was no lack of songs or sympathy. Nothing more and nothing less than 20 great songs that made us enjoy, jump, dance and remember old times. Or new times. As I read the other day, "these are still my times, until I die". The French, in a small room, managed to make a packed Lata de Zinc sound like punk rock, skate, memories and fun. And on top of that, they are very nice. We can't ask for more. Well, yes, I would ask them to come more often. You have dazzled us forever.

@niunpeloderubias