State of Crime & Scene + Automatic Kafka en Lata de Zinc 31/01/2025

 Enero. Ese mes. Sí, ese mes que comienza tan bien y se hace tan interminable para la mayoría. Ese mes que para muchos tiene una cuesta. Ese que dura casi lo mismo que un año entero y en el que hay que recortar gastos casi todo el tiempo. Ese en el que hace frío casi todo el rato. Ese en el que ya ha terminado el cumpleaños de Isa. Ese. Pues ese mes lo terminamos de bolo en la Lata de Zinc con dos grupazos: Automatic Kafka y State of Crime & Scene.

Intentando entrar ya en el tema, me cuesta. Ojalá pudiera borrar las últimas semanas de mi vida y recuperar esa alegría interna que me hacía escribir crónicas y vivencias  divertidas sobre todos los conciertos a los que asistía, pero me está costando. Mucho. Y eso que recuerdo haberlo pasado muy bien aquel último día de enero. Sorprenderme con ambos grupos, con su energía, con su creatividad y clase.

Pero mi mente se ha cerrado. Ya no sale una crónica más. Sólo salen sentimientos. Sentimientos que vienen directos desde mi corazón. Vivencias que recuerdo como si fuesen lejanas, cuando solo hace unas semanas que ocurrieron.

Recuerdo la sala llena con caras repletas de felicidad y amistad. Recuerdo la alegría y el buen rollo de Automatic Kafka, con su nueva formación. Un entusiasmo que me recordaba a The Darkness y una música que era puro rock´n´roll, una actitud jovial y pizpireta tan acorde al público que los acompañaba...y unos temas festivos y brillantes a la par que contundentes. Rememoré haberlo pasado genial escuchándolos y disfrutar todos sus temas mientras hacía fotos en un ambiente distendido y vivaracho. Recuerdo sólo cosas bonitas de aquellos momentos.

Cuando terminaron Automatic Kafka, les tocó a State of Crime & Scene (SOCS), banda de metal alternativo que últimamente están en todos los saraos. 

Me alegró verlos por fin sobre un escenario, después de tantas veces sin poder asistir. Mereció la pena cada segundo que pasé allí. Esa música, esa potente y preciosa voz, esa compenetración de todos los instrumentos... Igual en estos momentos no lo viviría así, pero en aquel rato sentí felicidad al escucharlos, al vivirlo junto a ellos.

Atesoré cada instante, cada acordé, cada tema, cada gesto. Disfruté temas propios y versiones ("Losing my religion", de REM) , sin saber que yo también perdería algo muy importante unos días más tarde. 

Después, todo se diluía en mi mente, no era capaz de recordar, de pensar, ni de ver las cosas claras. Sólo recordaba que aquella noche, en mi mente, había sido perfecta, en un lugar perfecto, con gente perfecta y con dos bandas perfectas. 

@niunpeloderubias