Killus + Sanngre + Mesenktet: un cuento de hadas al revés

 


En un mundo mágico en el que ocurren cosas bonitas, un grupo de bellas hadas encontraron una cueva llena de extraños seres y sonidos, muy alejados del precioso bosque en el que solían vivir. No sabían cómo habían llegado allí pero tras unos minutos de deliberación y mucha curiosidad, decidieron entrar. La cueva llevaba por nombre "Gong" y las hadas habían tomado un extraño y delicioso brebaje rosa que las volvió más valientes para hacer cualquier cosa en aquellos momentos. 

Al entrar, descubrieron que había muchas personas dentro, y que en la cueva había un escenario al cual se subieron primero un grupo de simpáticos y altos gnomos. Eran muy trabajadores y decían que acababan de sacar un disco, "Kairós", aunque las hadas no comprendían muy bien lo que querían decir.

Llevaban insólitos instrumentos y de pronto comenzaron a tocarlos. No era la música a la que las hadas estaban acostumbradas en su lejano y apacible bosque. Esta música era mucho más singular... pero les gustaba. Sonaba alta, contundente, con voces exóticas y guturales... Las hadas no podían parar de saltar y bailar. El cantante llevaba un traje hecho con purpurina verde que hipnotizó a nuestras ninfas transportándolas junto a su música a lo más profundo del bosque. Hablaron del tiempo terrenal, de proteger a los indefensos 














y a cualquier ser no sólo en redes sociales sino también en la vida real y de cómo no había que defender a nadie que hiciera algo malo solo porque "es tu amigo" . Las hadas no podían parar de aplaudirles, al igual que el resto de asistentes a ese extraño pero atrayente evento. Disfrutaron tanto, que una semana después se volvieron a escapar de su adorado bosque para volver a ver a esta banda, llamada Mesenktet, en una ciudad llamada Gijón.

Les dio mucha pena cuando Mesenktet bajaron del escenario, pero al rato subieron un grupo de traviesos elfos con caras extrañas (luego les dijeron que llevaban máscaras) que no paraban de saltar, cantar y bailar. Al saber su nombre, a las hadas les dio un poquito de miedo: al parecer se llamaban Sanngre. 









Pero se les veía tan cómodos y divertido allí saltando e interpretando sus canciones...como si fuera la noche del solsticio de verano y bailaran alrededor de una hoguera... Solo que aún no era verano ni había fuego sobre el que saltar. A veces les daban miedo algunas letras ( "Odio", "Despertarás muerto"....)... ¿por qué hablaban de cosas tan feas? Pero las hadas sabían que todo era una pose, que lo hacían para llamar la atención y hacerse los malotes y que en el fondo seguro que eran buenos.

El susto fue bestial ( nunca mejor dicho) cuando al final de la noche aparecieron, tras Sanngre, unos temibles dragones en el escenario. Dragones negros, con trozos blancos, sobre todo en sus caras, con pinchos, pero también haciendo música. 










Una música que nos encantó a todxs. Pero no eran tan malos como parecían. Algunos de ellos les regalaban púas de su columna a las hadas, parecían simpáticos y su música era genial. Se hacen llamar Killus y celebraban sus 25 años en la música ( metal industrial, según decían... En el bosque de las hadas no existía todo eso y ellas estaban cada vez más obnubiladas por momentos). 

Ya no solo a las hadas sino a todas las personas y seres que estaban allí, se les veía felices por lo acontecido durante toda la noche. Para unas hadas de bosque todo es mágico, pero aquella noche en concreto fue especial. Poco después, se sentaron en la parte trasera de un carruaje y se sumieron en un profundo sueño...y entre ensoñación y vigilia, nunca supieron muy bien qué fue real y qué fue imaginario. Pero lo atesorarían en sus corazones para siempre.


@niunpeloderubias

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